II Campus infantil de software libre: lecciones aprendidas

Aviso: Este es un post antiguo, puede que su información esté desactualizada. Si está buscando algo sobre un evento actual, tenga en cuenta que puede que este no sea el que busca.

Afortunadamente, la veteranía es un grado y esta segunda edición del Campus de Software Libre para Niños nos ha deparado menos lecciones por la vía dura que la anterior. Había muchos cambios, sin embargo, y alguna cosa hemos visto.

• Un curso de verano no es una asignatura. Por lo tanto, no puedes ser terriblemente estricto con lo que la gente haga en clase, fuera de que se mantenga una disciplina y se le pueda explicar a los niños lo previsto. Tienes una responsabilidad con los padres para que aprendan, pero las únicas medidas que puedes hacer es estimular lo más posible al alumno, animarlo, preguntarle, proponerle retos. Si el alumno no los pilla, bueno, estamos en verano y siempre se le pegará algo. No puedes microcontrolar una clase con veinticinco niños.
• Los diversos objetos que nos envió la gente de Guadalinex han sido un gran invento, porque nos han permitido dar premios cada día a los que se habían portado mejor, o aprendido más, y de esa forma estimularlos. Guarda parte del presupuesto para dar pequeños obsequios cada día, o trata de conseguirlos de algún patrocinador. También el Rectorado nos dio una buena cantidad de pendrives, que pudimos usar con ese fin
• Recuerda que estás enseñando software libre, y que una parte importante del mismo es liberarlo. Preve un sitio para subir los programas tal como el propio de Scratch o Snipplr. Explícale lo que significa. Por otro lado, de forma natural los niños colaboran en hacer las cosas, pero anímalos a crear programas conjuntamente para que aprendan también el espíritu de colaboración del software libre
• No hace falta que les des los apuntes a los niños impresos, pero sí conviene que estén disponibles, tanto para los niños como para que los padres los vean
• Los propios niños son uno de los grandes activos de los cursos. Si tienes veteranos de otros campus, pídeles colaboración para ayudar a los profesores y monitores. Ellos, con su propio lenguaje, muchas veces son capaces de explicar las cosas mucho mejor de lo que puedas hacerlo tú, y además así se establecen vínculos entre ellos
• Las camisetas, que en nuestro caso han sido de Lolacamisetas, sirven no sólo para identificar a tu grupo, sino también, si haces alguna extra (que deberás hacerla, porque es imposible dar con las tallas de todos de antemano, aunque se lo preguntes) la puedes dar como premio al final de algún día. Recuerda hacer también para los monitores, y que la lleven todo el tiempo para que, sobre todos los más pequeños, los puedan identificar fácilmente
• Pasa siempre al final del curso encuestas tanto a los niños como a los padres. A los padres quizás es mejor que la pases en papel, porque no todo el mundo quiere o le apetece ponerse a rellenar algo en un ordenador. Haz caso a sus sugerencias y pregunta si se han quedado satisfechos. Si no lo han hecho, examina qué puede haber pasado. Si lo han hecho, ¡no cambies nada. Este año nuestra becaria Erasmus-Mundus Abigail Manalastas nos ha preparado las encuestas; el arte de hacerlas no es obvio, y conviene que preguntes a alguien bien de pedagogía o de empresariales para que la hagas correctamente.

El año que viene traerá sus propios afanes, pero creo que algunas cosas sí vamos cambiar:

• Hacer varios turnos. Muchos se han quedado fuera por las fechas
• Contenidos nuevos para los clientes de años anteriores
• Más plazas, y más para personas que no tengan relación con la universidad. Este año se han completado las plazas, e incluso se ha quedado gente fuera
• Posibilidad de que la gente use sus propios portátiles, siempre que tengan instalado el software del curso, claro.

En fin, si estáis interesados, atentos a esta página web en el mes de mayo o así, que será cuando lo convoquemos. Y no digo que gracias a todos los monitores, profesores y a los niños que han hecho del campus algo no sólo educativo, sino muy diveretido, porque ellos ya lo saben.