/ 27 de julio de 2011

Aviso: Este es un post antiguo, puede que su información esté desactualizada. Si está buscando algo sobre un evento actual, tenga en cuenta que puede que este no sea el que busca.

Como resulta tradicional, vamos a dejar aquí lo que hemos aprendido de este campus, de hablar con los chavales, y de las encuestas que hemos hecho tanto a los niños como a los padres.

  • Cuando hay división por grupos, conviene que tengas una estimación de antemano de cuánta gente va a haber en cada grupo; también en cada turno, porque puede haber un desequilibrio demasiado grande. Posiblemente para tener una previsión el año que viene solicitemos preinscripción
  • Lo repetiremos todos los años: conviene probarlo todo, todo, unos días antes. Este año hemos tenido que pasar de Guadalinex 6 a 7 prácticamente sobre la marcha debido a los errores del Kompozer, que prácticamente impedían hacer nada. También teníamos un problema similar en el Inkscape en los portátiles de la Junta: en uno no se dejó instalar, pero en los que funcionaba lo hacía bastante mal, muy lentamente, y aparte con la pantalla tan pequeña no se podían hacer las cosas con soltura.
  • Para estimular a los niños conviene que se hagan pequeños concursos a lo largo del mismo; pero para que no sea sólo competición, sino también cooperación, conviene que se haga por grupos. En la clase de Ruby han dado muy buen resultado
  • Con los más pequeños sucede a veces que llegan a aprender informática sin saber leer demasiado bien; tampoco saben manejar ni el ratón ni las cosas básicas. Un voluntario de apoyo al principio del curso, que los tome y les enseñe lo básico, puede ayudar a que se integren rápidamente en la clase
  • Cuanto más complicado es el tema, más fácil es que pierdas a alumnos. En el primer grupo de Ruby, por ejemplo, hubo algunos que se perdieron. Afortunadamente, en el segundo turno tuvimos de apoyo a Batoul y Yábir, veteranos de todas las ediciones, que nos echaron una mano. En el primer turno también tuvimos niños que apoyaban a los más pequeños, y que vinieron muy bien. En general, si hay varios turnos, o alumnos de otros años que quieran echar una mano voluntariamente, dan un resultado estupendo (en general, claro, también hay excepciones) y son un gran apoyo tanto a los monitores como a los profesores
  • Las charlas adicionales que hemos dado este año, en general, han sido una forma amena de llenar la última hora, en la que el año pasado no dimos nada. Pero algunos alumnos se quejan del nivel de las charlas, otros de no tener tiempo para hacer los proyectos de clase, y otros por supuesto de no tener tiempo para jugar con el ordenador. No hay una solución fácil para esto, pero quizás convenga combinarlo todo, no tener charlas todos los días ni darlas a todos los grupos
  • Este año hemos hecho en ambos turnos un lipdub. Es una actividad no estrictamente de software libre (aunque hemos liberado el video resultado), pero que crea comunidad, hace que se coordinen en equipo todos los grupos y se conozcan entre sí, y además permite que se ocupen con ensayos y demás tiempos muertos. Tanto este tipo de talleres lúdicos como otro tipo de actividades dan buenos resultados

Con todo esto y lo que nos vaya surgiendo por el camino, trataremos de hacer el año que viene una cuarta edición más y mejor. Por ejemplo, atraer a chavales un poco mayores con un aula de menores hasta 16-17 años.

Una respuesta a III Campus Infantil de Software Libre: lecciones aprendidas

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