/ 13 de octubre de 2013

Aviso: Este es un post antiguo, puede que su información esté desactualizada. Si está buscando algo sobre un evento actual, tenga en cuenta que puede que este no sea el que busca.

¿Recordáis aquello de «Imagínate que nos dicen de ir a la guerra y no va nadie»? Bueno, pues imagínate que nos dicen de organizar un taller o evento y no va nadie.
Eso es algo que le ocurre a la OSL continuamente. En la OSL es lo que hacemos, organizar eventos, y lo hacemos continuamente. Algunas veces nos lo solicitan, otras veces vemos (o creemos ver) una necesidad y organizamos un evento para cubrirla. El éxito es variable, pero en muy raras ocasiones podemos decir aquello de está petado. En más ocasiones se puede decir no me suena la cara de ese, pero en muchos estamos el que da la charla, la persona organizadora (a veces ni eso) y algún colega que nos alegramos mucho de ver pero al que, a estas alturas, difícilmente vamos a convencer de algo de lo que ya está convencido (o lo contrario, claro).
No os voy a decir que no es desolador, porque lo es. Prepárate una charla, deja por un día tu camiseta y ponte camisa que vaya con el pantalón no vaquero, desplázate a, posiblemente el quinto pino, repasa una y otra vez la charla, anúncialo repetidamente por redes sociales y, pasados veinte minutos de la convocatoria inicial, di «Bueno, empiezo con los que estéis. ¿Me siento al lado vuestro?». Desolador.
Tras la desolación, viene el reparto de culpas. Que si lo anunciaste tú, que no, que yo, que si teníamos que haber puesto carteles, que si hoy era mal día porque están de exámenes, o antes de los exámenes, o después de los exámenes, o habrá exámenes algún día (o sea, que es un día del año cualquiera), que si teníamos que haberlo anunciado de otra forma («Ya te dije que Análisis de los aspectos legales de las licencias de software libre no iba a ser un tema atractivo para los de enfermería»), que si la hora, que si… El hecho es que has ganado un amigo o adepto nuevo para la causa, pero poco más y eso tras horas de esfuerzo.
Y has aprendido una lección. Lo que no está muy claro es cuál. La primera lección es la obvia: la gente no ha venido a la charla sobre software libre, o sobre expresiones regulares. Puede haber sido por el software libre o por las expresiones regulares, porque te tengan muy visto, porque no se hayan enterado o porque no hayan querido enterarse. Si no vienen, tendrás que ir tú a ellos y hacerlo de otra forma. La clase, taller o seminario magistral no es la única forma de llegar y transmitir el mensaje. Por eso en la OSL hemos buscados otros métodos: cafés con OSL, hackathones o webinarios. También a ser menos proactivos y más reactivos: no aterrices donde tú creas, ve a donde te busquen o te necesiten.
En todo caso, un fallo es una lección. Hay que aprenderla bien para que no te quede pare septiembre.
Los de Guadalinfo me han invitado a celebrar el día del #fail, Day For Failure internacional y ahí que vamos.

2 respuestas a #dayforfailure

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