/ 16 de junio de 2013

Aviso: Este es un post antiguo, puede que su información esté desactualizada. Si está buscando algo sobre un evento actual, tenga en cuenta que puede que este no sea el que busca.

El problema.

Seguro que, en cualquier distribución de Linux, te ha ocurrido alguna vez que el contenido copiado al portapaleles en algunas aplicaciones (como, por ejemplo, LibreOffice) desaparece al cerrar el programa.

Si sabes de qué hablo, puedes ir directamente al final de este post para saltarte la parte técnica y solucionarlo directamente.

La prueba.

Haz el siguiente ejercicio:

Abre el LibreOffice Writer, escribe un texto cualquiera y cópialo (Control-C).

Abre el Gedit y pega lo que has copiado (Control-V).

Como era de esperar, has copiado en Gedit el mismo texto que tenías en Writer. De hecho, naturalmente, puedes copiarlo un sinnúmero de veces.

Ahora cierra Writer (no importa si guardas el documento o descartas los cambios).

Intenta pegar otra vez el testo que habías copiado.

Ahora ya no puedes. Ha desaparecido. Como si nunca lo hubieses copiado.

Cada vez que cierras Writer, desaparece lo que habías copiado en ese programa.

Es probable que ya conocieses este fallo: Copiar algo de un documento, cerrar ese documento y pegarlo en otro, es algo bastante habitual.

Además, no es exclusivo de Writer, sino que hay otros programas (afortunadamente, cada vez menos) en los que también ocurre lo mismo.

¿Por qué ocurre esto?

Se trata de un antiguo Bug de los escritorios basados en Xorg. Todos los escritorios tienen algo llamado «portapapeles» (clipboard), que es el «lugar» donde se guardan los datos que has copiado para poder pegarlos.

La idea de Xorg de lo que significa un portapapeles es que no se deben copiar realmente los datos en él, sino una referencia esos datos. Esto es bastante razonable, ahorra espacio en memoria y tiempo de proceso, sobre todo si lo copiado es grande.

El problema es que, al cerrar el programa original, los datos referenciados desaparecen y perdemos el «contenido» del portapapeles.

Existe una especificación que dota a los escritorios modernos de una serie de herramientas para manejar este error y guardar el portapaleles al cerrar el programa. Cada vez hay más aplicaciones que siguen esa especificación y están libres de este bug, pero aún hay muchos (como LIbreOffice) que no la implementan o la implementan parcialmente.

¿Cómo arreglarlo?

Existen programas que sirven para gestionar el portapapeles («Clipboard Managers») que, entre otras cosas, permiten esquivar este bug.

Para el escritorio Gnome tienes el Glipper.

Para KDE está Klipper.

Existen muchos más pero, personalmente, el que uso y recomiendo es Parcellite, que está basado en GTK y consume muy pocos recursos.

Existen para cualquier distribución y, para instalar cualquiera de ellos, sólo debes usar el gestor de paquetes o la herramienta de instalación que tenga tu sistema.

Una vez instalado, es posible que tengas que reinciar el ordenador (o arrancar el servicio manualmente) para que comience a funcionar.

Además de servir para solucionar este bug, estos gestores tienen otras utilidades, como monitorizar qué cosas tienes en el portapapeles, editarlas, tener varias cosas copiadas, mantener un historial…

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